¿Sabías que tu auto utiliza seis líquidos esenciales para funcionar de manera eficiente? Al comprar un auto, debes comprender que tu vehículo necesitará de un mantenimiento regular y son los fluidos los que a menudo requieren más atención.  

Estos líquidos desempeñan un papel muy importante para que tu auto funcione de la manera más fluida posible y por eso es importante cambiarlos con regularidad y desechar los viejos correctamente, de lo contrario, podrían no solo causar daños a tu auto sino también al medio ambiente.

¿Y cuáles son estos fluidos? Los seis más importantes líquidos de un auto son: 

  • Aceite de motor
  • Refrigerante
  • Líquido de dirección asistida
  • Líquido de los frenos
  • Fluido de transmisión
  • Líquido lavaparabrisas

Continúa leyendo el siguiente artículo de Mundo GM para aprender más de ellos. 

1. Aceite de motor

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El aceite es el fluido más importante de tu auto. Se encarga de reducir la fricción dentro del motor y asegura que todo funcione de manera eficiente. También protege las partes móviles para que no se dañen con el calor y sus propiedades de limpieza pueden ayudar a reducir la suciedad que obstruye las líneas de lubricación del motor. 

Antes de revisar el nivel de aceite del motor de tu vehículo, es importante consultar el manual del propietario y asegurarse de tener el tipo correcto de aceite. En primer lugar, debes estar estacionado en una superficie nivelada y que tu motor esté frío. Un motor frío le da al aceite suficiente tiempo para asentarse en el fondo del cárter, lo que te brinda una lectura más precisa. 

La mayoría de los autos tienen una varilla para medir el nivel del aceite. Es importante quitar primero la varilla y limpiar el aceite que hay en ella con un paño. Luego, debes volver a colocarla y cuando la retires nuevamente, podrás ver el nivel de aceite en función de los indicadores de máximo y mínimo. 

Si tu aceite está por debajo del mínimo, esto podría indicar que tu motor podría tener una fuga o un consumo irregular y deberás agregar más aceite de inmediato. Sin embargo, deberás tener mucho cuidado de no llenar demasiado el aceite, ya que esto podría dañar el motor. Luego de esto, asegúrate que un especialista en la marca revise esta irregularidad a la brevedad.

Ten lo siguiente en mente: no solo es verificar la cantidad de aceite, ¡también debes garantizar la calidad! Si el aceite ha cambiado del color ámbar normal a un color lechoso o parece contener depósitos de suciedad, esto podría significar que está contaminado y debes reemplazarlo. 

Otra recomendación muy importante es la periodicidad entre cambios y el uso del aceite recomendado por el fabricante para tu motor en específico. No hacerlo puede provocar daños prematuros y de alto costo a tu motor.

2. Refrigerante

Más de la mitad de la energía producida por tu auto se convierte en calor. El refrigerante del motor ayuda a evitar que este se sobrecaliente al absorber ese calor y expulsarlo a través del escape. Sin refrigerante, tu motor alcanzaría temperaturas más allá de sus niveles de tolerancia. Asimismo, este fluido no solo protege contra el calor; también ayuda a combatir el frío de los meses de invierno, ya que es resistente a la congelación.

Al igual que comprobar el aceite, es importante asegurarse de que el motor no esté caliente al comprobar los niveles de refrigerante. Una vez que sea seguro hacerlo, observa el nivel de líquido usando los marcadores de mínimo y máximo en el tanque de refrigerante. Si el nivel de líquido no está cerca de la parte superior, deberás volver a llenar el tanque hasta que puedas ver que el nivel está nuevamente entre los marcadores mínimo y máximo.  

Es muy probable que tu vehículo tenga un tanque plástico a la vista con 2 indicadores de nivel ( Low/Full o Cold/Hot). Si esta frío, estará más cerca del nivel bajo. Si tiene temperatura, estará cerca del nivel máximo. Recuerda utilizar y solo en caso de ser necesario únicamente el tipo de refrigerante recomendado y en casos de urgencia solo agua destilada.

Un tanque vacío, vapor bajo el capot ó el indicador de temperatura en tablero sobre lo normal indican una fuga y debes detener el motor a la brevedad y no darle arranque hasta confirmar que esté todo normal. Solicita asistencia de un técnico especializado a la brevedad.

3. Líquido de dirección asistida

Otro líquido importante que ayuda a mantener tu auto saludable es el líquido de la dirección asistida. Este transmite potencia al sistema de dirección y permite que tu vehículo gire sin esfuerzo. Si notas dificultades al conducir, es importante verificar que el nivel de este líquido no esté bajo o vacío.  

Para revisar el líquido de la dirección asistida, primero debes consultar el manual del propietario para ver dónde está ubicado el depósito y qué tipo de líquido necesitarás. La mayoría de los depósitos tienen marcas de nivel en el costado y algunos tienen marcas de nivel como “caliente” y “frío”.  

Si tu auto no se ha conducido durante al menos 8 horas, utiliza la lectura en frío; de lo contrario, usa la lectura de nivel en caliente. Para rellenar el líquido, usa un embudo y vierte el fluido lentamente en el depósito y asegúrate de seguir controlando el nivel para evitar que se sobrellene. 

No se considera normal estar rellenado frecuentemente el depósito. Si es así debes revisar prontamente la causa de esto. Hay distintos tipos de líquido según la tecnología de asistencia en la dirección de tu auto. Procura siempre hacerlo con el recomendado.

4. Líquido de frenos

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El líquido de frenos es uno de los líquidos más esenciales que necesita tu auto. Sin este, tu vehículo no podría detenerse cuando pises el pedal del freno. Si encuentras que hay algún retraso o sensación anormal en los frenos, este líquido es lo primero que debes revisar. 

El líquido de frenos requiere cambios regulares según lo recomendado por tu taller de servicio de mecánica de confianza. Normalmente se debe llevar a cabo cada 2 años como máximo, ya que puede contaminarse con agua con el tiempo debido a que es higroscópico (absorbe la humedad del aire). Este exceso de humedad puede oxidar las líneas de los frenos y, en última instancia, afectar su rendimiento.  

El líquido de frenos debe ser transparente, no turbio ni oscuro. Al igual que con los otros fluidos, debes garantizar que el nivel se encuentre entre los indicadores mínimo y máximo. Un bajo nivel puede significar desgaste avanzado de las pastillas de freno o fuga en el sistema. Asegúrate y revísalo con un especialista.

5. Líquido de transmisión 

El líquido de la transmisión tiene un propósito similar al del aceite del motor; protege y enfría los componentes dentro de la transmisión. Hay varios tipos diferentes de líquido de transmisión, por lo que es importante utilizar el líquido recomendado en el manual del propietario de tu vehículo para lograr el mejor rendimiento.

La mayoría de los autos con transmisión mecánica no tienen una varilla de nivel para el líquido de transmisión, a diferencia de los que tienen una transmisión automática. La mayoría de los vehículos mecánicos requerirán que un mecánico profesional cambie este fluido, ya que es una tarea de cuidado.

Para los de transmisión automática, la mayoría posee una varilla de nivel que indica además cómo seleccionar antes la posición de la palanca y  la temperatura para realizar la medición. Por lo general, ambos tipos de transmisiones tienen un intervalo de cambio alto.

6. Líquido del limpiaparabrisas

El líquido del limpiaparabrisas no tiene ningún efecto en el rendimiento de tu vehículo. Si bien se utiliza solo para limpiar el parabrisas mientras conduce, es crucial para una conducción segura.  

Este es el líquido más fácil de cambiar: simplemente abre el capó y busca el depósito de este líquido, que generalmente se encuentra en la parte posterior del compartimiento del motor. Simplemente vierte el líquido en el depósito hasta que esté lleno y cierre la tapa. ¡Trabajo hecho! Utiliza siempre el mismo para evitar reacciones químicas y obstruir la bombita. 

Recuerda, estos fluidos son vitales para mantener tu auto en perfecto estado de funcionamiento, así que revísalos regularmente.

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